miércoles, 12 de mayo de 2010

"Póngame una de fuegos artificiales"
"¿De qué color?"
"De todos"
"¿Quiere que hagan mucho ruido?"
"Sí, claro, si no no molesto a mis vecinos ni vuelvo locos a los perros"
"De acuerdo, ¿cuando los va a tirar?"
"¿Cuándo cree usted que molestarán más?"
"Pues mire, yo creo que un martes por la noche es cuando más van a fastidiar. El lunes es demasiado pronto, está toda la semana por delante para recuperarse. El miércoles ya es casi jueves, que está justo antes del viernes... Le recomiendo el martes, es el mejor día para montar un buen escándalo"
"Muy bien. Supongo que serán de esos que huelen muy mal a pólvora y que los palitos se pueden clavar en la espalda de alguien, ¿verdad?"
"Claro, claro"
"¿Cuánto es?"
"Nada, se los regalo, los subvenciona el estado español"
El águila, lejana, impera desde su trono de aire sobre todos los seres. Cercena el cielo con sus afiladas alas mientras las criaturas del suelo esperan el momento fatal en el que serán elegidos, elegidos para subir al cielo.
El cielo de las águilas es el infierno de sus súbditos.