domingo, 13 de junio de 2010

Chanclas


De Ghana, además de muchos recuerdos, ideas, proyectos e imágenes, me traje unas chanclas. Son unas chanclas comunes, de las que se pueden comprar en cualquier mercadillo, nada de estilo africano pseudoétnico ni verdaderamente étnico. Son de goma, con la típica tira de tejido sintético que sube por entre el dedo gordo y el índice (del pie) y que se bifurca en dos direcciones sobre el empeine, una hacia el exterior del pie y otra hacia su interior.


¿Por qué me las compré? ¿Por qué ir a Ghana a comprarse unas chanclas? Básicamente porque me hacían falta, pero también porque llevan los colores de la bandera de Ghana en la suela y una banderita sobre la tira de tela. O quizás también lo hice para llevarme un recuerdo material del mercado de Denu, donde nuestra anfitriona Alice (o Afi en Ewe) vendía enseres de plástico de todo tipo, desde juguetes hasta las palanganas enormes que las mujeres llevan prodigiosamente sobre sus cabezas. Curiosamente, los hombres también llevan cosas en la cabeza, pero normalmente sin palangana.



Recuerdos inmateriales nos trajimos muchos de aquel mercado, la mayoría agradables como la simpatía de la gente y el sano interés que despertábamos en ellos. Otros menos placenteros, como el tufo del pescado ahumado que yacía sobre los puestos con su correspondiente cohorte de moscas. Paseando de la mano de Alicia, la dulce y traviesa nieta de Alice, entre los puestos de pescado pestilente y los de especias coloridas, encontramos un puesto de zapatos donde vi mis chanclas también coloridas y no me pude resistir, entre otras cosas porque mis sandalias roji-gualdas estaban ya, a esas alturas, bastante deterioradas.

Desde entonces, las chanclas de Ghana me han acompañado a muchos otros sitios, a África otra vez, a la playa, a la montaña, sin perder hasta hace poco su espíritu patriótico y extranjero. Aunque la estrella negra de la bandera y la palabra "Ghana" siguen ahí sin ceder posiciones, resistiendo el roce de mis pies, en algunos sitios la frontera entre los colores de la bandera se están volviendo difusa, revelando que en realidad son rojas con pintura verde y amarilla. Pero esto las hace aún más interesantes, se nota que han vivido.