Marilyn, la dulce Marilyn, la deseada Marilyn.
Pues a mí no me gusta. Entiéndanme, no me disgusta tampoco, pero la veo más como a una familiar que además es guapa que como a un objeto de deseo. Ya sé que suena raro, pero es así, no es precisamente un mito sexual para mí. Debe ser que me crie con Marilyn, con mi hermana y con mi prima, y no deseo a ninguna de ellas, aunque sean todas bellas y deseables por otros hombres.
Pero eso no quiere decir que no sea agradable a la vista, incluso a la mía. Aunque prefiero a Beyonce. Quizás porque la descubrí de adulto.
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